Masoquista

"Cuando estoy bien contigo estoy tan bien que pienso que eso va a ser siempre así
y que no va a cambiar;
 pero luego, me desilusiono otra vez."


No sé como explicarlo, pero te has vuelto tan importante en mi vida que a veces me da miedo. 

Eres tan importante que espero yo también serlo para ti. Hay épocas en las que pienso que así es, que estamos en el mismo punto, que sientes lo mismo que yo, pero luego, a la siguiente semana, nada es igual que la semana anterior. Ya no me prestas tanta atención, siento que te cuesta hablarme, cuando pasamos tiempo juntos parece que estés pendiente a algo más en tu móvil... Ahí me haces sentir como si hubiera alguien más ocupando ese lugar importante en tu vida.

Sé que no tengo ningún derecho a exigirte nada. Sé que nuestra situación es sub-realista. Sé que está socialmente mal visto. Pero, ¿qué le hago yo si florecieron estos sentimientos sin quererlo? De verdad, ojalá no haber comenzado a sentir esto por ti. Ojalá no fueras tan importante.


¿Cómo ocurrió? Ni yo misma lo sé, apareciste sin más.

Ahora estoy otra vez en la misma situación, replanteándome si no sería mejor alejarme de ti. Pero luego volvería a pasar otra vez lo mismo: me darías atención, volvería a pensar que soy importante para ti, y a la semana siguiente todo volvería a cambiar. Y así una y otra vez.

Quizás sí me haces más daño de lo que creo, pero no tengo la fuerza de voluntad para alejarme de ti. Cuando me das lo que necesito es tan bonito... que al final se me olvida todo.

Me siento un poco (tan) masoquista...

Comentarios

  1. Cuando alguien no nos hace feliz, no se merece que le dediquemos ni un solo segundo de nuestro pensamiento. Borrón y cuenta nueva.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No es tan fácil, y menos cuando te da una de cal y otra de arena. Te hace sentir como que esa parte que te gusta de él sigue ahí; y esa parte sí te hace feliz.
      Gracias por tu comentario!

      Eliminar

Publicar un comentario

¿Qué opinas?

Entradas populares de este blog

Todo empieza a encajar

Como el Yin y el Yang

Y te vi... - Relato