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Mostrando entradas de enero, 2015

Necesitaba desahogarme…

No lo entiendo, no me entiendo… ¿Por qué de repente me pongo a llorar como si se acabara el mundo? No entiendo como me puede afectar tanto esto de tenerlos lejos. Cada día que pasa siento que me cuesta más, y no sé cómo remediarlo. Cuando mi mamá me preguntó el otro día que si para los exámenes finales me iba a quedar aquí o en mi casa, debería haberle respondido rotundamente que en mi casa. Creo que aquí me amargaría demasiado y no conseguiría estudiar, lo pasaría demasiado mal. Aquí me siento sola, como si nadie estuviera cerca de mí, y fuera alguien solitario sin tener con quien relacionarme. Por eso siento cada vez más que los echo de menos, mi mamá, mi papá, mi hermano, mi familia, y sobre todo mi novio… No me gusta ocupar las entradas con estas cosas pero es como me siento y necesito expresarlo; es mi manera de desahogarme. No quiero que se preocupen por mí, pero a veces siento que me ignoran, que no me echan de menos, que no pasa nada con que yo esté aquí, que t

Solo tú

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En medio de la nada, fría, oscura, tenebrosa, solitaria… apareces tú. Saber que te tengo a mi lado, con tu presencia me proteges, me cuidas,   me mantienes en calma, no solo eso, me siento querida y miles de cosas que no se pueden describir con palabras. No sé cómo demostrarte lo tanto que te quiero, que te necesito, y lo tanto que te agradezco que estés en mi vida. Mi ángel guardián, mi sosiego, mi niño pequeño, mi salvador, mi amante, y mi amor. Me he acostumbrado a tenerte sobre mi pecho, a tus abrazos interminables, a tus besos apasionados, a tú toque pícaro en las cosas, a tus manos sobre mi cuerpo.  Creo que separarme de ti ahora sería mi destrucción, dejaría de vivir en vida, soñaría despierta en vez de vivir mi sueño contigo; las noches en vela me matarían lentamente, pensando en ti, en lo que fue, lo que podría haber sido… Por eso doy mil gracias por tenerte en mi vida, y espero que no desaparezcas de ella. Te quiero más de lo que piensas, y de lo que yo j

Quiero quedarme

Ojalá pudiera ser como una niña pequeña, aferrarme a todo lo que encuentre para no irme, llorando desconsoladamente, suplicando a gritos, patadas y demás; pero mis 18 años me lo impiden. Lo único que puedo hacer es soltar alguna lágrima sin que nadie se de cuenta, sentir esto que siento dentro y que me duele como si algo dentro de  mí se estuviera muriendo, y escribir esto con lágrimas en los ojos. Aunque no lo creáis esto se me hace muy duro para mí, es como volver a empezar de nuevo y tener que adaptarme. No quiero volver, quiero quedarme.