"Igual que la
luz no existiría sin la oscuridad,
ni la noche sin el día; con el yin y el yang
ocurre lo mismo.
Son dos polos opuestos que se complementa, que se
equilibran."
Tengo las ideas tan
fijas de cómo quiero que ocurran las cosas en el futuro, que si cambia algo en
el camino no voy a saber cómo actuar. Creo que esto puede ser un gran problema.
Por una parte tengo miedo, porque aunque tenga
las ideas claras sé que todo no depende de mí, existen diversas variables y
personas que influyen.
Pero aún tengo más
miedo, porque no sé si con quien quiero compartir ese camino aceptará mi modo
de ver las cosas. Sé que él no tiene las mismas prioridades que yo, y ve las
cosas desde otro punto de vista, no sé si eso podría llegar a ser un obstáculo
demasiado grande.
Yo soy la mente
cuadriculada; la que quiero todo paso a paso, sin excesos; pensando que cada
paso puede ser decisivo; y la que se preocupa más por las cosas (trabajo,
dinero, tener un hogar, etc.).
Mientras que él es
más el "carpe diem". Y a mí eso me da miedo. Yo necesito ese colchón
que me respalde por si algo sale mal, necesito la seguridad que me aporta el ir
paso a paso. Pero eso no quita que él me aporte muchísimas cosas buenas.
Él es el cariñoso,
romántico, el que le da un toque especial a las cosas, el que está pendiente de
mí;
es él el que me tranquiliza, sobre
todo cuando estoy a punto de desbordarme.
No sé si somos polos
opuestos o complementarios, o las dos cosas, quién sabe.
Lo único que sé es que lo quiero, y que hoy
día es uno de mis mayores pilares.
Quizás seamos como
el Yin y el Yang.
Mientras que el Yin
es la parte de color negro que representa lo pasivo, femenino, nocturno, oscuro
y frío; el Yang es el color blanco que representa el lado activo, masculino,
luminoso y diurno.
Creo que nos
representa bastante bien en algunos aspectos; yo como el Yin y él como el Yang
(y no por lo obvio de masculino y femenino).
Una de las cosas que
más me gusta del símbolo son los dos pequeños círculos de color contrario en
cada parte. Estos círculos representan al lado opuesto, a su parte
complementaria, reflejando así la interdependencia entre ambos.
Son como dos piezas
de un puzzle que encajan perfectamente; o tal vez como dos imanes que se
atraen.
Pero aun así la
pregunta sigue rondando por mi cabeza,
¿somos opuestos, complementarios, o las
dos cosas, como el Yin y el Yang?
¿Qué pensáis
vosotros?
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