La historia se repite

Un día mi prima (unos años más pequeña que yo) me dijo que le gustaba a un niño. Y no sé por qué ni cómo pero noté que algo le pasaba que no me decía y que tenía que ver con el chico. Solo sabiendo eso me vino a la cabeza lo que a mí me había pasado y lo mal que yo estaba por lo que pasó. Desde ese momento tenía ganas de saber más de la historia, tenía que saber lo que le estaba pasando con ese chico y, aconsejarla para que no le pasara lo mismo que a mí, para que no cometiera mi mismo error.

No quiero que nadie cometa mis mismos errores, y menos las personas que yo quiero, porque luego lo pasaran mal, lo sé.  Te preguntarás que cuál fue mi error, y la respuesta es fácil: No arriesgarme. Por eso perdí a una persona que era muy importante para mí, y seguramente, no encuentre a nadie que me quiera como él (supuestamente) me quería . 

Por eso me acerqué a mi prima y le pregunté que qué más pasaba con ese chico, pero no me dijo mucho. Entonces comprendí que si yo no le contaba lo que a mí me había pasado ella no me diría nada sobre ella y ese muchacho, y mucho menos podría aconsejarla o advertirla. La verdad es que yo no estaba segura de contarle lo que me pasó, porque en mi prima no se puede confiar mucho, y además no quería recordar lo que aún intento olvidar. Pero lo mejor que podía hacer para ayudarla era contarselo todo, y eso hice.

Hace un tiempo me enteré que le gustaba a un amigo mío que no es muy guapo que digamos, ni tampoco muy popular pero es muy buena persona y muy distinto al resto de los chicos. Entoncés yo decidí seguir hablando con él, por wassap o tuenti, como "amigos". No sé cómo pero llegamos al punto de estar los dos enganchados al móvil durante todo el día. Siempre sabíamos dónde estaba el otro, qué habíamos hecho durante el día y todo lo que nos rondaba por la cabeza. Así pasaron meses. Pero estaba claro que ya no éramos solo amigos, sino que había algo más. Él seguía sintiendo lo mismo por mí y me lo decía de vez en cuando, y yo simplemente no podía dejar de hablar con él ni un día, se había convertido en alguien muy importante en mi vida. Pero de todo modos nosotros decíamos que éramos amigos. Él me decía que salieramos pero a mí me daba mucha vergüenza y siempre le ponía escusas. 

Pero sin darme cuenta le confesé a mi prima algo que nunca había aceptado que era verdad: que la verdadera razón por la que no salí con él fue el miedo al que dirán. Esta fue la parte de la que más me arrepiento porque ahí todavía estaba a tiempo, pero mi cobardía siempre ha sido un gran obstáculo, y el no ser capaz de enfrentarme al mundo.

Todo cambió cuando me dijo que estaba saliendo con otra persona; mi mundo se derrumbó. Hacía tres días dijo que me quería, y no como amiga, pero de repente él ya no me quería. Intenté ser su amiga pero no soportaba saber lo que iba a hacer con su novia, y le dije que mejor no ser amigos. Eso de no hablar con él, no saber qué era de él y pensar lo que estaría haciendo con ella me ponía mal. Y lo peor de todo esto es que después de meses todavía no lo he superado del todo, sigue habiendo cosas que me duelen o molestan.

Después de contarle la historia a mi prima ella entendío que podía confiar en mí, y me contó lo que le estaba pasando. Como yo creía, le estaba pasando lo mismo que me pasó a mí. Ahora mismo ella está en el punto del qué dirán, y tiene que ser valiente y enfrentarse al mundo, pero todavía no lo tiene claro. Tiene un lado cobarde, y como gane ese lado lo va a perder y después se va a arrepentir.

Ella todavía está a tiempo de no cometer el mismo error que yo, y espero que mi historia al menos sirva para que ella no le pase lo mismo que a mí. Yo ahora lo único que puedo hacer es darle ánimos para que se enfrente a los demás. Y ojalá la historia tenga esta vez otro final.