Alejados en la oscuridad
Y de la nada vino, y me llevó a un lugar desconocido. + ¿Dónde estoy?... ¿Dónde estamos? No recibí respuesta audible pero sí una mano extendida hacia mí. ¿Qué debía hacer? ¿Confío en él o no? Qué más da, es un simple sueño. Juguemos un poco a perdernos. Me colocó delante de él y me tapó los ojos. ¿A dónde iríamos? Todo un misterio en ese momento. Una mano alrededor de mi cintura, otra sobre mismo ojos, aunque seriamente me planteé si era necesario que me tapara los ojos, la oscuridad era muy pesada como para ver algo. Afloraban diversos sentimientos. Una parte de mí sentía miedo. Estábamos alejados, nadie alrededor, no sabía cómo de lejos habíamos llegado; solo escuchaba la oscuridad de la noche, los grillos y algunos perros alejados. Aunque hay algo más cercano que sí escuchaba con claridad, su respiración cálida en mi oído y mi corazón desbocado palpitando. Tenerlo tan cerca, yo tan indefensa, notando su calor, dejándome llevar por él, tan alejados del resto del mundo