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Mostrando entradas de septiembre, 2016

¿Problemas en el futuro?

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Cuando somos pequeños pensamos que crecer está muy bien y que es mejor que ser pequeños, y es por ello por lo que queremos crecer lo antes posible. En este grupo me incluyo. Creemos que en el futuro, o más bien cuando crecemos, todo es mejor, pero no nos damos cuenta que en ese futuro existirán otros problemas que ahora mismo no tenemos, y que ni siquiera imaginamos. Por ejemplo, yo ahora pienso que ir a vivir con mi pareja, tener mi casa propia y formar una familia es lo mejor que me puede pasar y que todo será maravilloso, pero seguramente después vengan problemas que en este momento desconozco. ¿Y cómo darnos cuenta de que en el futuro surgirán problemas? Pues hasta que no llegue ese momento, no lo sabremos. Hoy, bueno, a lo largo de un par de años, me he dado cuenta de que tener una relación también tiene sus pequeños o grandes percances, depende por donde lo mires.  Pensaba que tener pareja era estar siempre feliz, ir a un montón de sitios, y otras tantas

Septiembre de nostalgia

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"Dicen que el tiempo pasa muy deprisa, pero no te das cuenta  de que eso es verdad hasta que creces." Este es mi tercer año en la universidad, y quién me iba a decir que llegaría tan pronto, solo pienso en que hace nada estaba entrando en el instituto. Puede ser que en algunos momentos me entre nostalgia.  Aún tengo recuerdos del verano cuando era niña. Recuerdo esas tarde de principios de verano, cuando aún teníamos clases en el cole, y nos dedicábamos a ir a la piscina que comparto con mis primos y demás. Recuerdo cuando llegábamos y despertábamos a mi abuelo de la siesta y nos daba su “beso/mordisquito” de siempre; puede ser que esto lo haya contado ya pero es algo que no voy a olvidar. También recuerdo a mi hermano y a mí en la bañera cuando éramos pequeños y la broma que siempre le gastaba: me tumbaba en la bañera y le decía “me muero” (o “me he muerto”, algo de eso), y él siempre me respondía “no te mueras, no te mueras”. A mí me hacía mucha gracia,

Y una vez más, la muerte

Tengo miedo. Sí, miedo, otra vez. Pensaba que lo importante era dejar una nota por si algún día, sin quererlo ni beberlo, dejaba este mundo, sin más, pero me equivocaba.  Lo importante es que lo sepan ahora, antes de que sea demasiado tarde, antes de que, sin darte cuenta, se vayan en un abrir y cerrar de ojos. ¿Por qué somos tan… poco lógicos? ¿Por qué le decimos a alguien lo mucho que es para nosotros cuando ya no está? ¿Por qué no le echamos coraje y desnudamos nuestro corazón ante ellos? Antes de que las lágrimas recorran nuestra cara, reprochándonos a nosotros mismos que no le dijimos todo lo que significan para nosotros. Tengo miedo. Miedo a que me pueda pasar a mí, a que me quiten una parte de mi ser, a que desaparezcan de mi vida esas personas que le dan sentido. Tengo ganas de gritar, llorar y todo lo que se te ocurra, porque no es justo que de repente y sin avisar alguien se vaya. La muerte está calando hondo en mí, pero no porque le tenga miedo, sino