Un querer dormido
Ahora mismo quiero un abrazo tuyo, pero no puedo. A pesar de que yo te abrace, no recibo la respuesta deseada. Estas dormido, dormido profundamente. Te mueves involuntariamente, escucho tu respiración, observo tu cuerpo semidesnudo pero, sinceramente, no soy capaz de dormirme. Tengo demasiadas ganas. Ganas de besarte, abrazarte y muchas más cosas de esas, pero sobre todo tengo ganas de tu respuesta recíproca. Quiero saber que no soy la única que tiene ganas. Quiero que me quieras como tú sabes querer, con intensidad. Me encantaría que fuera así, pero no puedo. No puedo despertarte, aunque siga queriendo. Cuando te despiertes te llenaré de ese querer. Eso sí, si aun sigo despierta.