Momentos cortos, demasiado largos



Fue por una tontería, pero ayer nos enfadamos. 

Tras decir una cosa que no me gustó, me puse un poco a la defensiva, y él se me acercó para que no fuera a más. Pero le dije que no quería que se me acercara, sobre todo cuando me tocó los pies (no soporto que me los toquen). 

Ahí fue cuando él se alejó. Empezó el silencio. Cada uno en una punta de la cama. Es un silencio de esos que sirven para pensar, pero se volvió más largo de lo que yo me esperaba.

Me levanté como si fuera a buscar algo solo para llamar su atención y que me dijera algo, pero no lo conseguí. Me volví a sentar en la otra punta de la cama. El silencio seguía.

Entonces fue cuando yo le intenté explicar qué es lo que me había sentado mal, pero él seguía sin  hablar. Pensé que ese silencio le habría hecho quedarse dormido, pero no. 

Le pregunté que si me iba a hablar y simplemente emitió un sonido, pero de su boca no salió ni una sola palabra. Por lo que la culpabilidad de que se produjera ese momento tan tenso se transformó en enfado.

Me levanté de la cama decidida a ir a comprar, sola, dejarlo a él con el silencio, y ver si cuando volviera se le había pasado o no.

Fui directa al espejo para hacerme una coleta, y cuando pasé por su lado no hizo ni por moverse. Mientras me hacía la coleta se me acercó por la espalda, y me abrazó.

Me rodeó con sus brazos y me abrazó fuerte, pero lo suficiente como para dejarme respirar. Su abrazo decía miles de cosas, entre ellas que quería estar a mi lado. Mientras el me abrazada yo puse mis brazos y manos sobre los suyos y los apreté contra mí.

En parte se me caía el mundo a pedazos por pensar lo que él estaría pensando y sintiendo, pero por otro lado el abrazo era el fin de la tensión y eso me hacía sentir mejor. 

Él no quería que terminase el abrazo y tuve que hacer un esfuerzo por darme la vuelta para mirarle a la cara y descifrar qué es lo que estaba pensando. Conseguí que nos dirigiéramos a la cama y nos sentamos juntos. No era casi capaz de mirarme a los ojos, y en su cara se veía un gesto de tristeza o algo parecido.

Ahí fue cuando me dijo: “No quiero estar mal contigo…”.

Comentarios

  1. A veces un abrazo dice más que mil palabras ^^,

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    1. Dice cosas que ni las palabras son capaces de describir :)

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