Esta es mi vida y no otra

Mi primera clase de coche: Antes del posible desastre: Pues sí, hoy es mi primera clase de coche. ¿Que si estoy nerviosa? Que vaaa... (ironía modo on). Es el día más esperado, mas bien, inesperado desde que empecé a sacarme los tests. Que miedoo :S...  Sin nunca haber cogido un coche lo que más temes es el día que llega. Sí ese momento, justo cuando te vas acercando al "matadero" (o autoescuela), no porque te vayan a matar allí, sino por la sensación de que vas a atropellar a cualquiera que se te cruce. Pero tú "tranquila" no va a pasar nada, esperemos... Bueno solo hay que tener en mente unas cositas: Ir a una velocidad baja, que los peatones te puedan adelantar sin problema (es broma xD), pero ve despacio... Saber donde esta el freno para parar en cualquier urgencia (o no tanta urgencia). Y mirar a todos lados por si de la nada aparece una persona, niño, anciano, perro, gato, loco con el coche... (a no, que los locos hoy somos noso

Hay veces que pienso que cuando tienes una relación de pareja es igual que firmar un contrato el cual tienes que cumplir. ¿Nunca te lo has planteado? Cuando tú decides estar con alguien es para pasar tiempo juntos, también para brindarle tu apoyo en lo que necesite, hacerle sonreír,   que esté feliz, y como no, que los dos lo paséis bien juntos. Pero claro para pasarlo bien juntos la otra persona también tiene que poner de su parte por lo que, en cierto modo, tiene “ obligaciones ” contigo, quiero decir: que te apoye cuando lo necesites, que te haga sonreír, ser feliz, etc.  Con esto llegamos a un acuerdo no escrito, que si lo escribiéramos diría:   “ Me comprometo a estar contigo cuando lo necesites, a cuidarte, a ayudarte a solucionar tus problemas, a tratarte bien, a quererte, y a hacer que disfrutes (etc), siempre y cuando tú te comprometas a hacer lo mismo conmigo ”. Visto así, ¿no suena un poco… frío?   Pues esto es lo que suele ocurrir cuando la relación se

Y ahora es cuando te das cuenta que la mayor parte de las cosas que pasan por tu cabeza deberían quedarse ahí, porque hay personas que pueden mal-interpretar cualquier cosa que dices. Porque no quieres ofenderlas, ni que te juzguen de mala manera sin haberte explicado totalmente. Hay pensamientos que nos callamos por no hacer sentir mal a la gente, y más a las que queremos o nos tratan bien. Por eso utilizo otros métodos para expresarme y decir aquello que pienso pero que no quiero que nadie sepa. Pero, ¿qué ocurre cuando quieres decir algo “malo” o que pueden mal-interpretar, sobre personas que conocen tu escondite, ese lugar donde te refugias y dices todo aquello que pasa por tu cabeza? ¿Deberíamos de ignorar que están ahí y hacer como si nada? ¿O deberíamos privarnos de expresar aquello que pensamos por miedo a su reacción? Sé que la respuesta coherente sería decir que deberíamos expresar aquello que pensamos tal y como lo sentimos, pero no soy capaz de hacerle eso a