Personas que se van

Hay personas que de un momento para otro las pierdes y sabes que no van a volver más, pero de todas maneras sigues sin creértelo, piensas que en cualquier momento va a volver a aparecer y lo vas a volver a ver pero con el tiempo tedas cuenta de que no es así, que solo te queda el recuerdo de esos buenos momentos, de su forma de ser, de su cariño, de él. Ya han pasada casi cinco años desde que murió mi abuelo y aún se me hace raro que ya no esté. 

Yo lo recuerdo tal cual era. Lo recuerdo en el cortijo arreglando los animales o la hortaliza, siempre que iba él estaba allí, y cuando me veía  me daba un beso y una especie de bocado en la cara, ese era su gesto característico hacia mí, nunca se me va a olvidar eso, y nunca lo podré volver a sentir. Pero a pesar de todo me alegro de recordarlo como lo recuerdo, bien de salud y haciendo lo que a él le gustaba, estar en el cortijo y con sus cosas. 

Cuando me dijeron que el abuelo estaba mal me pareció raro y pensé que era algo sin importancia, pero me engañaron, cuando llego mi papá y me contó que el abuelo había muerto las palabras se metieron en mis oídos y retumbaron en mi interior, pero aun así no las asimilaba, no solté ni una sola lágrima, en cambio mi hermano empezó a llorar. Yo seguía sin creérmelo, estuve toda la tarde como si nada, como si no hubiera pasado nada, era imposible para mí, él siempre había estado bien y de mis abuelos era el que mejor salud tenía, no podía ser verdad.

Con el tiempo me di cuenta que no volvería a ver a mi abuelo y por las noches me entraba una especie de nostalgia de no poder volverlo a ver, lo echaba de menos, sus gestos, verlo en el cortijo a todas horas. Creo que me afecto de manera inconsciente, sin que yo me diera cuenta, lo sé porque soñé con él más de una vez, tres para ser exactos, y no sé si he olvidado alguno de ellos.

En uno de ellos, estábamos en el cortijo, yo estaba parada al lado de la carretera y él estaba en la carretera y quería acercarme a él pero no conseguía llegar a él, es como si él se alejara y yo al anda no avanzará ni un milímetro, me sentí un poco frustrada por querer estar con él y no poder.

En otro de estos sueños yo estaba tumbada en la cama de mis tíos (no sé por qué razón) y detrás de la puerta que estaba casi abierta, justo en la pared, apareció él, mi abuelo, como en una especie de agujero y me sonreía. Y al poco rato, en la puerta apareció alguien de mi familia, no recuerdo quién, y mi abuelo, detrás de la puerta, me hizo un gesto de que no dijera que él estaba allí. Fue un sueño un poco extraño.

Y el último era en la antigua casa de mis abuelos, estaba allí parte de mi familia y también mi abuelo, me dijeron que el abuelo había venido (aunque ya había muerto) para que nos pudiéramos despedir de él, y lo único que recuerdo es él delante de mí.

Se ve que no he olvidado estos sueños después de tanto tiempo. Lo sigo recordando todo, y no creo que lo olvide y mucho menos a él. 

No sé por qué la gente solo se acuerda de los que han muerto en la fecha que sucedió, porque yo me acuerdo siempre, no necesito una fecha para recordarlos. Por eso esta entrada está echa un día cualquiera, porque yo siempre lo voy a recordar sea la fecha que sea.

Abuelo, te echo de menos.